El hormigón, es un material que por sus características, produce un gran desgaste y somete a un notable esfuerzo a las máquinas productivas (especiálmente a los moldes). Como se ha comentado en otras secciones, tanto los materiales como la tecnología productiva, están en continuo avance y por tanto, en la actualidad, se dispone de máquinas que ofrecen una gran resistencia, así como la capacidad de autochequearse para no trabajar en unas condiciones de excesivo sobreesfuerzo, regulando la intensidad y velocidad de fabricación, en función de las características y dosificaciones del hormigón.
Todo ello va encaminado no sólo a la optimización de los recursos productivos, si no también a un adecuado consumo de energía. Con la tecnología actual, con menos esfuerzo y consumo, se consigue mayor rendimiento.
En Prejea, siempre hemos tenido muy presente estas cuestiones y llevamos a cabo la renovación prácticamente global de nuestras instalaciones y equipos en periodos de no mas de 10 años, de forma que dispongamos de una maquinaria y equipos auxiliares lo más a la vanguardia posible. Concrétamente las ampliaciones y/o renovaciones más importantes que hemos llevado a cabo, han sido en 1979, 1988, 1998 y la más reciente entre finales de 2007 y principios de 2008, con la construcción de nuestra nueva planta productiva, en la cual, pretendemos agrupar en los próximos años, la producción de las dos plantas que actualmente tenemos en funcionamiento.
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