En el caso de que se nos requiera el servicio de instalación completa de la tubería en obra, se procede de la siguiente manera:
Una vez suministrado el tubo a obra, los operarios de montaje, proceden a su inspección visual para cerciorarse de que el tubo no ha sufrido ningún desperfecto durante el transporte y descargue. A partir de ahí, se lleva a cabo la instalación, comprobando tubo a tubo su perfecta alineación y mantenimiento de la cota de desnivel marcada por la dirección de obra.
Una vez colocado un tramo completo (pozo de registro-tubería-pozo de registro) ya se puede proceder a realizar la prueba de estanquidad en obra (por supuesto, siempre, antes de tapar la tubería). Esta prueba se realiza introduciendo aire a través de balones obturadores hasta ø interior 1000 (probándose un tramo completo de pozo a pozo de registro).
A partir de ese diámetro, la prueba se realiza también con aire, pero en este caso a través de unas llantas neumáticas, haciéndose la prueba junta por junta. Una vez verificada la instalación y tras certificar su perfecta estanquidad, puede procederse al arriñonado y/o tapado de la tubería.
En el caso de que se detecte algún defecto de estanquidad, bien sea en algún tubo o en alguna junta, se procede de inmediato a su reparación con los productos de sellado recomendados por los principales fabricantes de materiales sellantes, realizándose a posteriori una nueva prueba de estanquidad que nos asegure que la reparación se ha realizado de manera satisfactoria.